lunes, 25 de julio de 2022


 La Luz de David


La luz de David quizás pensaras que te hablaré  de la estrella de David que emite una luz tan radiante que se convierte en la guía de muchos viajeros en cierta época del año, pero no te hablaré de la estrella de David, porque simplemente en cada uno de nosotros existe un pequeño destello de esa estrella. 

Mi corta historia es de un joven llamado David que nada tiene que ver su apariencia de ermitaño con la luz que emana de su interior, un joven que le venció la oscuridad con amor y es que al fin y al cabo el amor es luz de Dios para el mundo.

Mi gran David es un joven alto, blanco, barbudo pareciera recién salido de un cuento de montaña y es que el es así noble como la naturaleza. Pero ya que conocemos por fuera a David vamos a conocer el alma de David, y para ello e de contarles la historia David nació en un país de está América selvática, en una época algo poco adapta a su luz por lo tanto debió pasar muchos amargos golpes en su infancia, porque que estúpida es la sociedad que quiere que todos tengamos un mismo patrón y seamos sombis sin alma, sin color, sin alegría. Cómo diría mi abuela unos simplones que caminan por caminar.

David era un niño diferente aunque sigue siendo un niño en cuerpo de gigante, solo quería jugar, cantar, ensuciarse y es que nada de malo hay en eso pero no a todos los niños les toca los cuento de tío tigre y tío conejo, a otros los adultos les borrarán en brillo de su mirada y le apagan la sonrisa.

Hubiera yo querido secarle sus lágrimas y detener la mano hiriente más no fui ni siquiera viento para acariciarlo cuando asustado lloraba, Y así creció mi niño David caminando por las calles que aunque eran repletas de luces paracian oscuras por las sombras del pasado que le seguían queriendo entristecer lo y amarrarlo.

Y así llegó a ser el hombre solo que el a diferencia de muchos no daba lo que había recibo por el contrario daba lo que no había recibido, ni había aprendido es de allí la lección David simplemente venció lo más difícil que tenemos a vencer nuestros miedos nuestras sombras, y no fue que conoció a una princesa que lo enamoro y como a la bestia lo transformó, tampoco un ángel bajo del cielo y lo abrazo, simplemente en su caminar se fue encontrando con niños sonrientes y niños tristes y se enamoró de las sonrisas pura de los niños.

Cada mañana su alma trataba de sonreír dentro del, su alma fue más fuerte que la corteza de un roble y lo hizo un día sonreír que diferente lucía el hombre de barba cuando sonreía parecia que uno se encontraba de frente con un faro ergido, fuerte y lleno de luz. Una noche de invierno donde no se lograba ver nada, no habia un lucero y la lluvia era tan fuerte que hasta las laderas de las montañas se estremecían.

Esa noche el río salió de su cause y en su recorrido se llevaba casas, personas eran arrastradas por sus aguas, era una pesadilla para muchos, los gritos eran tan fuertes que llegaron a las montañas donde vivía no el rey pero si el que pasaría hacer el héroe del poblado.

David al escuchar los gritos se levantó y sin miedo alguno decidió bajar la montaña e de aclarar que era muy diestro pues bajaba y subía la montaña todos los días en busca de alimento, pronto llegó cerca del pueblo y su alma se impacto con la escena que estaba viviendo, pudo quedarse allí petrificado más rápido reaccionó y se lanzó al agua y le arrebato a la corriente a un niño, lo abrazo tan fuerte como una tepradora a un árbol y con su otro brazo trataba de nadar hacia un lugar que hubiera un espacio seguro para dejar al niño.

Y se volvió a lanzar sin miedo y logró sacar a una niña, y de nuevo pero está vez un escombro apretó su pierna izquierda y no alcanzaba a moverse luego siento un olor diferente y comprendió que estaba sangrando y el miedo se apoderó de él después de todo cada uno de nosotros tenemos miedo en algún momento de nuestras vidas.

Lleno de miedo estuvo como por diez minutos y reaccionó no podía quedarse allí se dijo pues moriré y lucho con todas sus fuerzas y logro sacar su pierna, más había perdido mucha sangre pues era una herida muy grande y aunque intentó nadar la corriente fue más fuerte y lo arrastró.

Más cuando la corriente lo llevaba golpeando su cuerpo contra todo algunos pobladores lanzaron una red y lo atraparon, David fue llevado al hospital y paso muchas noches allí, luchando por vivir y era increíble como siempre estuvo acompañado pues muchos padres que se decían el se lanzó a salvar esos niños, reflexionaban si alguno hubiera sido mi hijo estaría vivo por el.

Después de quince días despertó y las enfermeras le contaron que mucha gente estaba pendiente de el, que nunca estuvo solo y que los niños que el había rescatado decían que ellos solo vieron un brillo que se acercó a ellos y lo salvo y hasta una de las enfermeras le dijo me imagino que es el brillo de su mirada pues aún en los cielos no existe un lucero que se compare a los dos que usted tiene por ojos.

Y así pasaron los días llenos de visitas, de cariños y de piropos y llegó el día de ser dado de alta y afuera del hospital había mucha gente esperándolo al verlo entre lágrimas y aplausos los recibieron, más todo no finalizo allí le pidieron que el los acompañará a la escuela allí lo esperaban los niños que el había sacado de las aguas, lo tomaron de la mano y lo condujeron a un plaquita que habian colocado en la entrada de la escuela.

La placa decía seguimos aquí estudiando y jugando porque una luz nos salvó, por la luz de David nos abrazo con amor y a la muerte le gano.

Desde ese día David baja todos los días al pueblo y los niños corren abrazarlo, le regalan flores silvestres y hasta le cantan, David le enseño al pueblo que no somos lo que recibimos, somo lo que damos y David es una luz de amor que estaba allí para cobijarnos con ternura.



Dedicado a Davi Ramos, el lucero que Dios puso para guiarme mi caminata en Brasil