Que la luz de los faros marinos acompañen siempre nuestros vuelos, que cuándo nuestras alas cansada no soporten el vuelo exista una barca para descansar en su vela mientras el faro desde la playa sigue brillando para mostrarnos el amor de los dioses encarnado en el hombre
Es muy interesante. Breve pero intenso
ResponderEliminarGracias, comencé un cuento sobre los faros, pero no se que me paso que la musa se alejo de mi, quizás sea mi distanciamiento del mar, después de todo necesito del mar para que mi piel no pierda las escamas ni la prosa jajajaja
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